
Introducción 2
Un equivalente moderno más exacto
para entender su forma escrita, lo podríamos encontrar en la oratoria rítmica
de p ej., un Winston Churchill:
Lucharemos en las playas,
Lucharemos en los puntos de
desembarque,
Lucharemos en los campos y en las
calles...
En la cual la reiteración (u otros
recursos) y el ritmo se unen para hacer que un corto pasaje resulte doblemente
memorable e impresionante.
Esta reiteración era una técnica favorita de los cananeos, y es también
la característica de la poesía bíblica más antigua.
Ejemplo en Jue. 5:30:
Las vestiduras de colores para
Sísara,
Las vestiduras bordadas de
colores,
La ropa de color bordada por ambos
lados.
El ritmo, aunque es más ajustado en el original, es una flexible
cuestión de acentos o pulsaciones, pero n de un número fijo de sílabas. La
mayoría de las veces hay tres acentos en un verso, seguidos de otros tres en el
siguiente con el que se aparea para formar un díptico. Pero esta pausa varía de
vez en cuando con un dúo más corto o más largo, o con un terceto en el mismo
pasaje. También el ritmo dominante puede ser de dúos en los que a un verso con
tres acentos le sigue otro de dos.
Ejemplo:
¡Cómo caen los poderosos
en medio de la batalla!
Este último ritmo, con su toque de
debilitamiento, se emplea a menudo para vituperios o lamentos.
Pero lo que constituye casi la marcha distintiva de la poesía bíblica,
en contraste con la nuestra, es el llamado paralelismo: ¡La repetición del
pensamiento de un verso en el segundo que lo acompaña!
Ejemplo en Núm. 23:19:
Él dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?
De todas maneras, hay muchas
variedades de lo que estamos diciendo, desde la repetición exacta a la
amplificación o antítesis. Esta forma literaria tiene una dignidad y amplitud
tal que da tiempo para que el pensamiento produzca su efecto en el oyente, y a
menudo, brinda la oportunidad de presentar más de una faceta en un solo tema.
Ejemplo en Isa. 55:8:
Porque mi pensamientos,
no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis
caminos, dijo el Señor.
De manera que en este tipo de
verso, el ritmo no se obtiene por la repetición de sonidos similares, como en
la poesía rimada, ni por el acento rítmico del verso libre, sino por la
repetición de ideas, por otro paralelismo.
Se llama “sinónimo” cuando el
pensamiento es idéntico en ambos versos.
Ejemplo en Sal. 9:9:
El Señor será refugio del
pobre.
Refugio para el tiempo de
angustia.
Se llama “antitético” cuando la
idea primaria y la secundaria se hallan en contraste.
Ejemplo en Sal. 1:6:
Porque el Señor conoce el
camino de los justos,
mas la senda de los malos
perecerá.
Y, por fin, cuando la idea
principal se desarrolla en el paralelo, el paralelismo se llama “sintético”.
Ejemplo en Job 11:18:
Tendrás confianza, porque hay
esperanza,
mirarás alrededor y dormirás
seguro.
Este tipo de poesía, cuya estructura está cimentada en el centro del
significado, sobrevive a la traducción de cualquier lengua, a diferencia de la
clásica que depende de una métrica compleja. Por eso tenemos ejemplos tan extraordinarios
en nuestra Biblia y por eso su mensaje y significado nos llega al fondo del alma. Sus formas épicas,
líricas y dramáticas no tienen igual en la literatura que no está inspirada
divinamente.
En este sentido, los gramáticos judíos, dieron a tres libros del AT un
sistema elaborado de acentos que al resto, para hacerlos más claramente
poéticos. Nos referimos, claro, a Job, Salmos y Proverbios. Pero, sin embargo,
a nuestros oídos, el Cantar de los Cantares hubiera sido mejor candidato que el
libro de Proverbios, su poesía lírica pura sería un tercer ejemplo de la
hebrea, que podría figurar junto a la rica elocuencia de Job y hasta el verso
cantable de los Salmos. Al libro de Job, poéticamente hablando, se le ha
aclamado como una de las obras maestras de la literatura mundial, por la
riqueza y energía de su lenguaje y por el poder de su pensamiento. Por su
parte, en los Salmos, la poesía se pone a funcionar, para ser “el camino a la
puerta del cielo” en el culto o en la enseñanza, suministrando palabras
inspiradas para fiestas públicas y ocasiones reales, y para la persona que
pudiera venir a confesar sus pecados o a alegrarse por cualquier motivo. Pero
en el Cantar de los Cantares, por contraste, apenas si se menciona el nombre de
Dios, pero corresponde enfáticamente a su creación y a la gloria final de ésta:
¡El don del amor entre el hombre y la mujer! Su presencia en la Biblia es la
prueba más venturosa de que el mundo del Señor no se puede dividir de forma
adecuada en secular y sagrado, y que la santidad no puede ser indiferente a la
belleza.
De todas maneras, los libros que tenemos clasificados como poéticos en
la Biblia son los siguientes: Job,
Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares y Lamentaciones.
Seguiremos con:
-Existen algunos ejemplos de lo que estás diciendo?
- Hay libros enteros de ejemplos de poesía?.
3- Job
4- Salmos.
5- Proverbios
6- Eclesiastès
7- Cantar de los cantares y lamentaciones.
8- Conclusiones y ruegos y preguntas.

Os ha quedado muy bonito !
ResponderEliminarVes, también contamos cosas serias e interesaantes.
ResponderEliminar¡Estamos que nos subimos!
ResponderEliminary eso que somos muñecos
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