jueves, 25 de julio de 2013

Miquel Bou, cuando un amigo se va.

Guardaba tu último escrito para publicarlo este fin de semana en "el Dominical" este rinconcito de mi blog. en el que tú empezaste a regalarnos tus escritos-metáfora o bien directos ya que a ti te arrastraba la pasión y la creencia absoluta en Dios.
Ayer miércoles, quise visitarte en la habitación 312 del hospital comarcal del Vendrell, sabia que te ibas apagando, tu vitalidad menguaba por culpa de esa enfermedad tan injusta como inevitable como es el "cancer". No quería molestarte,
cuando uno no esta demasiado bien, tampoco le gusta que los demás le tengan pena. Yo solo pretendía verte y apretarte la mano,( cuando mis hijos eran pequeños y tenían dolor por las múltiples intervenciones, nos apretábamos las manos para que me pasaran su dolor y yo transmitirles mi fuerza) No podías hablar pero si me apretaste la mano y sonreíste muy levemente, no hace falta hablar. ( pensé adiós Miguel, no creo que puedas venir a la tertulia de poetas de los lunes, ni a buscar cromos para tus nietos, ni hablar conmigo un ratito, adiós),
Hoy jueves 25 por la mañana, has decidido partir hacia tu nueva casa donde te está esperando tu esposa como dices en este poema tuyo que quiero reproducir igual que el de las enfermeras, que escribiste mientras tenias un poquito de fuerza.

Descansa en paz, querido compañero, somos muchos que te encontraremos a faltar.      


Miguel Bou Pascual 11/03/1935 - 25/07/2013

Cada vez que se acerca este momento
en que vamos juntos al cementerio,
recordamos un poco aquel misterio
que bastante más abajo les cuento:

Mi esposa se fue al cielo con el viento
hace cuatro años en un duelo serio,
en medio de unas voces y un salterio
que traducía nuestro pobre lamento.

Mas sé que me espera, es una promesa
que nos hicimos entre los apaños
de los votos del amor que no cesa,

por eso al ir allí, con o sin daños,
la amaré de nuevo como princesa
y estaré con ella millones de años.

Mabou


LA ENFERMERA

A todas las enfermeras, auxiliares y demás del Hospital Santa Tecla... y a las enfermeras, auxiliares y demás del Hospital Comarcal del Vendrell

               Dicen que el hombre, al encontrarse solo
               en un Paraíso a su medida,
               intentó descubrir una salida
               al estilo de Perseo y Marco Polo;

               mas no pudiendo dar una batida
               y no sabiendo aún practicar el dolo,
               recorrió aquel Jardín de polo a polo
               en busca de la amiga de su vida.

               Y no la encontró… Ningún animal
               hablaba, ningún animal pensaba…
               Y Dios que sabe mucho, es lo normal,

               lo hizo descansar cuando peor andaba,
               y en él, y para bien o para mal,
               encontró a la enfermera que buscaba.



 Miguel Bou  TGN 18 de Julio 2013. 

Miguel con sus nietos
  

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